Probióticos naturales



“Los probióticos son microorganismos vivos que consumidos en cantidades adecuadas producen un beneficio en el consumidor”.
Diversos trabajos han demostrado que, cuando las bacterias intestinales están en horas bajas –por ejemplo, debido a una infección– pueden recuperarse con el apoyo de elementos que ingerimos: los probióticos y los prebióticos.
Los prebióticos son alimentos que no nos nutren directamente a nosotros, sino a las bacterias y otros microorganismos que viven en nuestros intestinos y nos provocan un efecto positivo. Un ejemplo de prebióticos son algunos tipos de fibra de origen vegetal.
La flora o microbiota intestinal está formada por un numerosísimo conjunto de microorganismos que habitan en el intestino. En su mayor parte, la microbiota está compuesta por bacterias, aunque también por virus, hongos y protozoos. Su relación con nosotros es de beneficio mutuo: les damos alojamiento y alimento y estos seres microscópicos realizan un sinfín de tareas beneficiosas para nuestra salud.
Con el reciente conocimiento de la importancia que posee la microbiota en la promoción de la salud, el eje se amplía a microbiota-intestino-cerebro”.
Las mariposas que sientes en el estómago cuando te enamoras y (algo menos romántico) esos inoportunos retortijones antes de un examen son dos ejemplos de la conexión que existe entre el sistema gastrointestinal y la mente.
Los piscobióticos
En 2013 Ted Dinan, catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Cork (Irlanda), introdujo un nuevo concepto: los psicobióticos “son bacterias que cuando se ingieren en cantidades adecuadas mejoran la salud mental”.
“Se ha demostrado que algunas bacterias intestinales de los géneros Lactobacillus y Bifidobacterium segregan o modulan sustancias neurotransmisoras como GABA, acetilcolina o serotonina. Implicadas en la regulación de muchos procesos fisiológicos y neurológicos cuya disfunción se relaciona con ansiedad, estrés o depresión”.
“Una de las grandes fronteras de la neurociencia clínica de la próxima década será averiguar cómo influye la diversidad del mundo microbiano en el desarrollo del cerebro y en el comportamiento”.