Cosmética infantil natural



Suavidad y protección del bebé
La necesidad de contacto es instintiva y básica en los bebés. Según estudios, la necesidad de afecto, protección y seguridad que proporciona una madre es superior a la necesidad de alimento en esta etapa infantil.
La principal característica de la piel infantil es que el estrato córneo no está plenamente desarrollado. Se trata de una piel más delgada, lo que implica que la pérdida de calor y agua es mucho mayor que la de una piel adulta, menos ácida químicamente.
En cuanto a su función, destaca el insuficiente desarrollo de mecanismos defensivos: las glándulas sebáceas son escasas y el desarrollo del sistema inmune es inmaduro todavía. Por lo que debemos evitar su contacto con agentes que puedan dañarla.
Es recomendable emplear cosméticos que permitan mantener la humedad y eviten el roce directo de la piel con la propia piel.
Por otra parte, los cambios físicos y hormonales que se presentan durante el embarazo ocurren de una forma tan sorprendente como maravillosa y sobre todo la capacidad de la piel de estirarse y prepararse para la tan esperada llegada del bebé. Y luego una ayudita extra para que el cuerpo vuelva a su «normalidad».
Durante la lactancia mantén un equilibrado bienestar entre mamá y bebé. Escucha tu cuerpo y repara la piel dañada en esta etapa, pezones, barriguita, vulva.
Paso a paso la mayoría de las hormonas vuelven a sus niveles normales, aunque el esfuerzo, la perdida de sangre y la nueva responsabilidad se hagan dulcemente notar. Es hora de cuidarse y amarse. Y confiar en que el cabello suavemente atendido volverá a su esplendor.